Batacazo, uno más, del United este curso. Si un futbolero de hace algunos años se hubiera quedado dormido durante una década, en su despertar no entendería lo que significa ahora mismo el club de Old Trafford.
Un Old Trafford que, definitivamente, tendrá que cambiar sus sueños por pesadillas. Eso es lo que vivió este martes, cuando despidió a su equipo al descanso con un contundente 0-3 del eterno rival. Pocas cosas producen más sudores e insomnio en esto del fútbol.
La pesadilla no siempre fue tal. Los monstruos no aparecieron desde el principio, aunque tampoco se aburrieron de esperar entre bambalinas. Comenzó bien el United, haciendo gala de su condición de local y plantándole cara al City.
Un City que tampoco es el de antes. Mucho mejor que el de antes, antes, sí, pero muy inferior al de hace dos o tres temporadas. De hecho, necesitó del golazo de Bernardo Silva para despertar y mostrar un nivel digno para un derbi.
El teatro...
El teatro no solo fue Old Trafford. El teatro lo formó todo aquello que rodeó al partido y al que se le otorgó un cartel superior al real. Mucho ruido y pocas nueces. Y eso que el 1-3 final puede llevar a equívocos, pero de calidad y nivel real, ambos tuvieron faltas.
El 0-3 al descanso comenzó a construirse con más premio que mérito, algo que extraña en el sistema de Guardiola. Pep siempre estuvo acostumbrado a, de inicio, merecer lo máximo. Enormes porcentajes de posesión, dominio absoluto y exquisitez se dieron la mano en su reinado pasado. Pero, como decíamos, ni uno ni otros son los que eran.
En esta ocasión, el derbi se le puso de cara mucho antes de que hiciese mérito alguno. El nefasto nivel defensivo del United fue clave para que, al descanso, el 0-3 reinara sin necesidad de brillo visitante.
... y la pesadilla
La pesadilla la empezó a pintar Bernardo Silva. A los 17 minutos de partido, el luso se acercó a la frontal y, con un zurdazo, superó a De Gea. El balón, que tocó en el larguero antes de entrar, fue inalcanzable para el guardameta español.
Más sudores aparecieron por la frente de los 'red devils' en el 33'. Con los de Solskjaer intentando acercarse al área rival, Mahrez aprovechó un gran pase al espacio de Bernardo Silva para recortar a De Gea y poner el 0-2.
El mayor de los sustos, espantos y terroríficos temores del United se confirmó en el 39'. Andreas Pereira acabó introduciendo el balón en su portería, pero el goleador moral fue De Bruyne. El belga, para placer de unos y humillación de otros, quebró a Jones en el área e hizo que el resto importase poco o nada en el relato.
Reacción solo para soñadores
En la segunda mitad, el City hizo casi lo mismo que en la primera, pero esta vez no recibió un premio exagerado a sus méritos. Mahrez dio un palo al inicio del segundo tiempo y De Gea salvó el cuarto en la jugada previa al único tanto del United.
Rashford se erigió en motivo de soñadores con el 1-3. El delantero culminó un contragolpe del United para volver a darle vigencia al manido "del posible 0-4 al 1-3". El tanto espoleó a los de Solskjaer, si bien la sensación de peligro fue inferior a la mera esperanza que tuvo la grada de Old Trafford hasta el final.
Una acción que pudo hacer mucho daño a De Bruyne y una cantada con suerte de Bravo fueron las dos guindas finales que dejó el partido. A final de mes, la vuelta confirmará si los soñadores tienen sitio en esta eliminatoria o si de la final solo queda por saber al otro invitado.