Jugaba el Eintracht de Frankfurt la ida de la segunda ronda previa de la Europa League, a la que accedió como séptimo clasificado de la pasada Bundesliga. Le tocó viajar a Tallín, capital de Estonia, para enfrentarse al Flora.
Y durante el partido (que acabó 1-2 para los alemanes), ocurrió en la grada visitante la siguiente escena. Apareció, como si tal cosa, el presidente del club, Peter Fischer.
La grada empezó a a cantar, pidiéndole que se pagase una ronda. Total, ¿qué podían perder? Pero Fischer se lo tomó en serio. Tras una temporada que acabó tirando a mal (el equipo apuntaba a Champions y acabó metiéndose de rebote en la Europa League), y un verano que no ha empezado mejor (el equipo ha sido desmantelado de estrellas), los aficionados se merecen una alegría.
Y el 'presi', ni corto ni perezoso, ante la insistencia de los aficionados, les dio su cerveza. Pero no paró ahí. Sacó su cartera, la abrió, sacó cien euros y se los dio a los hinchas para que se surtieran de más cerveza.
July 27, 2019