McHugh tiene 36 años, pero pretendía seguir defendiendo los colores del Finn Harps irlandés un tiempo más.
Sin embargo, un accidente cuyos protagonistas son una valla y su alianza de bodas han puesto fin a una carrera que inició en el mismo club en 1997, y del que no se ha separado desde entonces.
El jugador se enganchó el anillo con una boda con tan mala fortuna que terminó perdiendo el dedo.
Cuelga las botas en el club de su vida tras nada menos que 438 partidos defendiendo con orgullo la camiseta azul del Finn Harps.