El Nápoles-Barcelona, que se presentaba como un partido atractivo para el espectador y con Diego Maradona y Leo Messi en el ambiente, terminó siendo un choque trabado y feo.
El equipo de Gattuso se adelantó con un disparo de Mertens en la primera parte y empató Griezmann tras una genialidad de Busquets hacia Semedo. Lo peor, con un percance sufrido por Gerard Piqué, vendría al final.
El 1-1 pareció contentar a ambos, que en los últimos minutos buscaron el triunfo con poca fe y más pendientes de no encajar que otra cosa.
Los últimos instantes del partido se ensuciaron aún más. Arturo Vidal se fue expulsado tras ver dos amarillas en el mismo minuto por una fea acción con Mário Rui y el Barça pasó a defender su botín.
En pleno tiempo añadido, se dispararon las alarmas. Gerard Piqué se fue al suelo y pidió el cambio. Parecía una estrategia para perder algo de tiempo, pero el central se marchaba con una evidente cojera mientras las repeticiones aclaraban todo: apoyó mal al caer al terreno de juego tras despejar un balón.
Con el 'Clásico' a cinco días, la presencia del defensa, que se fue con buena cara cuando fue sustituido por Lenglet, podría estar en duda, pero el propio Piqué pidió que se parara el cambio, lo que dio a entender que su problema no es grave.
February 25, 2020