La escena fue chocante en ese momento. La rivalidad Barcelona-Madrid estaba en lo más alto, y en medio de un 'Clásico' algún descerebrado lanzó un mechero al área del Barcelona.
Piqué lo recogió y se lo fue a mostrar al colegiado, pero su compañero y capitán Carles Puyol se lo impidió. Con un claro gesto que parecía decir "déjate de tonterías y juega", le quitó el mechero y lo tiró más allá de la línea de fondo.
Años después la escena se ha repetido, con matices. En esta ocasión el agredido fue Jasper Cillessen, portero del Barcelona. Piqué fue a ver qué era lo que le tiraron los hinchas del Espanyol, lo recogió, lo examinó y lo dejó detrás de las protecciones del cámara.
Un gesto similar que evidencia que Piqué ha cambiado y madurado. En otros tiempos hubiera cogido el objeto para mostrárselo al colegiado, quien, dicho sea, le dijo al portero del Barça que se dejase de cuentos.
17 de enero de 2018