El torneo, que no tiene acción desde el 12 de marzo, se jugará por primera vez en 61 años sin público en los estadios, al menos por el resto del año, algo inédito y a lo que sigue forzado el fútbol en el mundo debido a la emergencia sanitaria. De esta forma, la organización no dará prioridad a que los jugadores den positivo o negativo en las pruebas realizadas con anterioridad al encuentro, lo que sí es clave en el fútbol europeo, por ejemplo.
Todos los encuentros se jugarán bajo el Protocolo COVID-19 de la CONMEBOL, con normas como hacer pruebas a todos los miembros de los equipos, el respeto por el distanciamiento, el uso de tapabocas y mascarillas, o prohibiciones como festejos grupales, intercambio de camisetas, besar la pelota, escupir o sonarse dentro de la cancha.
Bajo estas nuevas condiciones, entre septiembre y octubre se disputarán las jornadas tres, cuatro, cinco y seis de la fase de grupos, para dar paso al sorteo de los octavos de final, que se jugarán a finales de noviembre e inicios de diciembre, mientras los cuartos de final serán en los últimos días del último mes del año. Las semifinales transcurrirán a comienzos de 2021, al igual que la final, que ni siquiera tiene fecha establecida.