El frío todavía no ha llegado a la mayor parte de España y las jugadoras sufrieron el calor en la tercera jornada de la Liga Iberdrola, algo que también afecta a sus horarios de comida.
"La mayoría de los equipos entrenamos por la tarde-noche en condiciones muy diferentes a la que luego nos encontramos durante el fin de semana", afirmó Blanca Crespo, fisioterapeuta y readaptadora del Rayo Vallecano.
"Los clubes con menos recursos marcamos unas pautas de hidratación a las jugadoras que, por otra parte, son prácticamente autodidactas pero cada vez más profesionales", apuntó en declaraciones que recoge 'Marca'.
Y es que los equipos modestos no suelen contar con la figura del nutricionista, por lo que las futbolistas intentan llevar una dieta rica en proteínas, sin abusar de las grasas, acompañada de mucha agua y frutos secos.
"Hay equipos que optan por los geles o la glucosa pura. Nosotras, además de no tener la opción por motivos económicos, preferimos el agua", añadió Crespo.
Prueba de las altas temperaturas que soportan es el incidente sufrido en el Madrid-Rayo del pasado sábado en el que una espectadora se desplomó y tuvo que ser atentida por un golpe de calor. El partido tuvo lugar a las 12.00 horas y no fue el único que tuvo un mal horario.
Desde que empezó la temporada es habitual ver cambios de horario, pausas para hidratarse y modificaciones en los hábitos de las futbolistas.
La televisión es la que marca estos horarios 'prime time' y hace que los clubes jueguen al mediodía. Crespo apunta a que también afecta a la alimentación: "Esto hace que jugadoras no desayunen y coman a las 11:30, por lo que variamos su rutina y dejamos en una incógnita su rendimiento".
"Esta problemática aumenta cuando juegas fuera. Si muchas veces viajamos con poco margen de adaptación al terreno de juego, imagínate para cambiar los horarios de comidas", concluyó.