El sueño del Leicester de acabar subcampeón de la Premier, es decir, el primero de los mortales, recibió un hachazo importante en el Turf Moor. La tarde pintaba plácida pasada la media hora, cuando Barnes adelantó a los 'foxes'; en realidad fue el principio de la pesadilla.
Los visitantes impusieron su calidad en una primera mitad en la que se notó que el Burnley estaba más nervioso por el acecho del descenso. De ahí la habilidad de Harvey Barnes para zafarse de dos defensas y cruzar su disparo ante Pope.
Ese fue el único tiro que no pudo parar el meta local, vital para que su equipo sumara tres puntos importantísimos. Antes de sus intervenciones más decisivas, llegó el tanto de Wood para empatar.
Habían transcurrido once de la reanudación cuando Wood, que había avisado previamente de cabeza, aprovechó un balón suelto en una mala defensa de un córner.
El tanto dio alas al Burnley, si bien todo quedó congelado cuando el colegiado pitó un penalti de Mee sobre Barnes. Vardy cogió el rifle y ajustó la mirilla, pero San Nick Pope apareció para mantener la igualdad en el minuto 68.
Hubo un segundo episodio entre ambos, ya que en el 77' el meta local volvió a frustrar a Vardy con una gran parada. Además, fue el entremés de la remontada, que llevó la firma de Ashley Westwood.
Taylor se la sirvió dentro del área y puso un 2-1 que da alas a los del Turf Moor en busca de la salvación y frenó en seco a los de Brendan Rodgers.