Si numerosos seguidores al fútbol, sean o no del Real Madrid, dan por hecho que el equipo recuperará su mejor cara en la competición continental, no se trata de una afirmación gratuita. Bastantes razones avalan esa teoría.
1) El supercampeón de Europa
Que sea una obviedad no le quita importancia. Al contrario, en escenarios como este la historia jalona y lanza a los equipos acostumbrados al éxito. El Madrid suma doce títulos, casi el doble que su equipo perseguidor, el Milan, que está con siete.
Y no sólo vive de la arrolladora época en 'blanco y negro'; tanto en formato de Copa de Europa como Champions, encabeza la tabla: tiene seis de cada modalidad.
2) Noventa minuti en el Bernabéu...
Juanito creó la gran leyenda de Chamartín. En abril del 86, con motivo de la ida de semifinales de la UEFA, el conjunto 'merengue' cayó 2-0 contra el Inter de Milán. Los 'neroazurri' cuajaron un gran partido. Pero el '7' blanco se fue del campo lanzando una sólida advertencia a los italianos: "Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos". El genio de Fuengiorla nunca pasó a la historia por su dominio del idioma; pero sí por crear un aura que hoy perdura en la capital.
Ahora se llama 'Espíritu de Juanito', de hecho. Porque el partido de vuelta fue un tornado madridista. 5-1 venció para remontar y meterse en la final. 32 años después, esa magia continúa. Derby County, Celtic o Anderlecht para los más veteranos; Galatasaray o Bayern Múnich para los más jóvenes son algunos de los precedentes.
Ante el PSG se jugará el partido de ida, no hace falta dar la vuelta al marcador. Pero el miedo escénico será otro jugador más en la alineación de Zidane. No sólo se transforman los jugadores, también el público.
3) El único bicampeón
Otro de los grandes logros del conjunto blanco está más que vigente. Desde que la competición se llama Liga de Campeones, en la temporada 92-93, ningún equipo se había proclamado campeón dos veces de manera consecutiva. Hasta que el Madrid rompió esta estadística hace uno meses. Esa es una de las obsesiones de Emery.
La maldición del finalista estaba ahí. Y la habían sufrido cuatro equipos campeones que lograron ser finalistas al año siguiente de haberla ganado: Milan, Ajax, Juventus y Manchester United. Pero el Madrid sumó el triunfo de Cardiff al de Milán.
4) Cristiano Ronaldo
Hay un hombre que domina la Champions a su antojo. Es portugués y no hace falta dar más pistas. Mucho se habla del tridente del PSG, pero ninguno de los Neymar, Mbappé o Cavani asoma aún por la tabla de mejores anotadores de la competición. Donde el trono es cuestión exclusiva de Cristiano Ronaldo.
Son 114 tantos los que suma exluyendo partidos de clasificación (llevaría uno más atendiendo a ese concepto). Ni siquiera el gran Leo Messi lo tiene a tiro, pues anda en los 97. Cristiano entiende la repercusión de estas noches y se transforma.
Y no sólo es que llegue con el colmillo afilado tras su 'hat trick' a la Real Sociedad; es que en las últimas temporadas ha sido una apisonadora de hacer goles, muchos de ellos en los encuentros más relevantes. Una docena hizo el año pasado y 16 el anterior; en ambas temporadas fue pichichi y campeón. Si marca, el equipo francés debe temblar.
Además, en la fase de grupos ya demostró que quiere un triplete de pichichis. Por ahora, es el máximo anotador con nueve tantos, tres más que Kane, Firmino, Neymar, Cavani y Ben Yeder.
5) Números que asustan
El Real Madrid suma 211 partidos de Liga de Campeones en el Bernabéu. De ellos, ganó 169. Sólo empató 26 y perdió 16. Con 605 goles a favor y 169 en contra. Dicho de otro modo: gana el 80% de sus encuentros locales y metiendo prácticamente tres tantos por partido.
En la fase de grupos de este año ganó cuatro, empató uno y perdió otro. Pero suma ocho eliminatorias de Champions consecutivas como triunfador. Al PSG, en cambio, se le atragantan.
Desde la campaña 12-13, el equipo francés ha sido incapaz de pasar la barrera de cuartos y ha sufrido dolorosas remontadas. La del Barcelona el curso pasado, por supuesto. Pero también de un Chelsea con diez hombres cuando traía un 3-1 de París. Con el City, igualmente desaprovechó un 2-2 que había firmado en Inglaterra.