Años 30, Miami. Joseph Widener, un rico coleccionista de arte, tiene una idea. ¿Por qué no importar una bandada de flamencos para decorar el lago de su Hialeah Park, el "circuito de carreras de caballos más bonito del mundo"? Así es como presumen de su origen las instalaciones, que, en la actualidad, dan cobijo a un casino. No en vano dos flamencos decoran su logo y el rosa está presente en todo el complejo y en las letras de su página web.
Años 40, Miami. Miami Beach, al otro lado de Downtown Miami, se viste en consecuencia a idea: el Art Déco. Pero ¿qué es el Art Déco? En 1920, surgió un movimiento artístico que buscaba levantar la moral del pueblo estadounidense en la Gran Depresión. Esta revolución trató, y consiguió, de animar a los ciudadanos con tonos pastel cercanos al rosa, claros, y formas geométricas amables para la vista que se extendieron en primera y segunda línea de playa.
Años 80, Miami. La televisión en color, a la espera de series que aprovechen como se debe su nueva amalgama visual, acoge una idea que responde perfectamente a esta exigencia: Miami Vice. Corrupción en Miami fue un soplo de aire fresco en los hogares de millones de hogares no solo en Norteamérica, sino en todo el planeta. Se convirtió en una referencia para producciones futuras y presumió orgullosa del uso de tonos llamativos en los que no podía faltar el rosa.
2019, Miami. Pantone, empresa pionera en identificación de colores que comenzó su andadura confeccionando guías para compañías de cosméticos, elige una idea: el coral. Este tono amigo del rosa fue escogido color del año, en gran medida, por las playas de Miami, donde tuvo lugar el acto en el que se dio a conocer su premio. Era un capítulo más de la conexión entre la ciudad de Florida y un rosa que representa su historia y, a estas alturas, es innegable e inherente a su tradición.
2023, Miami. David Beckham, presidente del Inter Miami, celebra el triunfo de una idea: el fichaje de Lionel Messi. El argentino, tras una temporada turbulenta en el Paris Saint-Germain, donde nunca se encontró tan a gusto como en el Barcelona, desembarca en Estados Unidos para vivir unos últimos años de carrera plácidos, felices. Se le da la bienvenida con honores. Las calles se engalanan para su saludo y él, sonriente, tiene la sensación de que ha acertado. Han acertado. Su familia jugó un papel clave en la decisión.
Fotografías, presentaciones, actos, ruedas de prensa, lonas, pancartas.. Todas tienen un punto en común: el rosa. Y ¿de dónde viene la idea del rosa? La duda ya ha sido resuelta en los anteriores párrafos. Quizá la cuestión deba ser adónde va, pues los primeros vestigios del '10' en Norteamérica parecen advertir de una etapa fructífera para la franquicia a la que se ha adherido y, más importante, para él: se le ve contento.
El rosa es un color poco habitual en el mundo del fútbol. El blanco, combinado con infinidad de tonos distintos en elásticas con líneas más gruesas o finas dependiendo de la temporada, tiranizan los diseños de las grandes y las pequeñas ligas. No muchas entidades han apostado por esta claridad, máxime en un entorno mayormente masculino en el que es importante potenciar el 'marketing', o sea, la venta de camisetas. Pero esto último ya suena demasiado añejo. A los chicos también les gusta el rosa. El rosa mola.
Además, Messi viste de rosa. Y sonríe. Tan solo lleva un partido en Norteamérica y sus aficionados más fieles se habrán percatado de lo ilusionado que se enseña. En su debut, marcó un golazo de falta para conseguir la victoria en la Leagues Cup contra Cruz Azul. Lo celebró lleno de emoción, corriendo a la banda rodeado de sus compañeros, como hacía en el Camp Nou y lejos de una imagen parisina que no le conectaba tanto con la grada.
Ahora, la vida es rosa. En su primer día en la oficina, LeBron James y David Beckham se abrazaban en las inmediaciones del banquillo antes de verle en acción. LeBron James y David Beckham. Casi nada. Si el contexto es el propicio, las estrellas se han congregado para hacerlo aún mejor. La Major League Soccer quiere ser notoria como los campeonatos domésticos del Viejo Continente y está en una nube. Lo tendrá difícil, pero ¿por qué no soñar? Tiene a Messi. Y al rosa.