La decisión de Herbert Kilpin, allá por 1898, de fundar un equipo de fútbol marcaría un antes y un después para el balompié en Italia. Convenció a un grupo de personas -varios de ellos británicos- para crear el Milan Cricket Football Club, un club que tenía equipos de fútbol y de cricket.
Las dificultades llegaron cuando querían entrar a la plantilla futbolistas no nacidos en Italia. Fue entonces cuando los británicos decidieron retirarse del proyecto y crear el Internazionale de Milano, donde sí aceptaban a los jugadores extranjeros.
Las diferencias entre ambos equipos comenzaron. El pasado Milan era el conjunto de la parte más modesta de la sociedad, mientras que el antiguo Inter se relacionaba más con la parte burguesa de la ciudad.
Desde entonces se creó una rivalidad que nunca se ha llegado a romper -ni se romperá-. El mejor ejemplo se dio en los cuartos de final de Champions de la temporada 2004-05, en la que ambos equipos se enfrentaron para poder conseguir el pase a las semifinales de la competición europea.
El equipo 'rossonero' llevaba la ventaja del 2-0 de la ida, algo que acabó ampliando en la vuelta con un gran gol de Shevchenko. El Inter necesitaba entonces cuatro goles para poder meterse en la siguiente ronda del torneo internacional.
El árbitro, en el minuto 73, decidió anular un gol de Esteban Cambiasso, y, poco después, se vio obligado al suspender el partido por la ola de bengalas que caían desde las gradas de la afición interista. Una de ellas golpeó en Dida, que tuvo que ser sustituido en aquel encuentro por Abbiati.
En un intento por volver a reanudar el partido, el árbitro, Markus Merk, se vio obligado a suspenderlo de forma definitiva al ver que este comportamiento por parte de los seguidores del cuadro 'nerazzurro' no cesaba. Fue entonces cuando se vio una de las estampas más características del 'Derby della Madonnina'.
Materazzi y Rui Costa, dos pesos pesados de uno y otro equipo, se quedaron conversando sobre el terreno de juego sobre la fea situación que se había generado en San Siro. Una fotografía histórica que resume a la perfección lo que supone este derbi para el fútbol italiano.