Al parecer, todo viene del año 2014, de una final de Copa, en la que los médicos del club azulgrana no diagnosticaron una lesión a Neymar. Esto pudo costarle el Mundial de Brasil de ese mismo año al atacante, que desde entonces no se fía de los diagnósticos de los especialistas del club.
El delantero acabó con molestias el encuentro ante el PSG disputado en el Camp Nou, pero en vez de ponerse en manos del equipo médico del Barça, volvió a decantarse por Ricardo Sosa y Rafael Martini, médicos de Santos, según el medio anteriormente citado.
En su 'Instagram', el propio futbolista publica imágenes a menudo de sus sesiones privadas y últimamente en el apartado de 'stories' se pudo ver un vídeo en el que aparecía junto a su hijo y haciendo ejercicios de rehabilitación.