El minuto 33 del Málaga-Cádiz duró hasta el 36. El tiempo que transcurrió desde que la pelota entró en la puerta de Kellyan hasta que los de Víctor sacaron de centro. La película fue tragicómica.
El primero del líder pudo haber quedado en desgracia y en capón para Nano Mesa. Porque, tras un centro que se convirtió en un 'pinball' entre Kellyan y Lombán, Choco Lozano apareció entre ellos para marcar a placer.
Su compañero canario, por el afán de ser el autor del tanto, remachó la pelota. ¿Dentro de la porterá? ¿Sobre la línea? Eso es lo que fue a revisar el VAR. Una vez más, con su caracaterística lentitud.
Con la parte blanquiazul y el reducto amarillo mordiéndose las uñas, se determinó que no había acción ilegal. No quedó claro del todo si había remachado ya con la bola rebasada la cal; pero en el VOR debieron entender que sí. Porque Nano Mesa, pese a estar por detrás del balón en el momento del pase, incurría en posición antirreglamentaria.
¿Por qué? Conviene recordar que la Regla 11 del fuera de juego especifica una situación muy concreta cuando se produce un pase si el último jugador del equipo rival es el portero. Y es que en ese caso se exigen dos jugadores de campo tras el meta para que haya legalidad.
Es decir, si desde el VAR hubieran entendido que la bola aún no había entrado del todo, el colegiado Ávalos Barrera tendría que haber señalado fuera de juego, ya que no había ningún malaguista tras Kellyan, de ahí la importancia de medir si el cuero había entrado o no por completo.
Posteriormente, la televisión mostró que en el VAR habían trazado las líneas para determinar la posición de Nano cuando impacta la bola el hondureño, por lo que los técnicos podrían haber cometido un fallo de concepto en la acción si es que eso fue lo que se determinó y no si el balón había rebasado ya la línea de fondo.