Este Valencia volvió a ser el mismo Valencia de siempre. El cuadro 'che', que había sido capaz de poner orden en Mestalla gracias a Gayà, finalmente cometió un error vergonzo en defensa y le dio la oportunidad al Almería para llevarse un puntazo.
El encargado de hacérselo pagar fue Portillo, que llevaba nueve minutos en el campo. El malacitano pasó por Mestalla y se encargó de dejar helado a todo el valencianismo, quien confiaba en que la victoria estaba más que hecha.
Pero esto es lo que tiene el fútbol. Si cometes un error, al final lo acabas pagando. Si echamos la vista atrás, el encuentro empezó dominándolo el equipo de Gattuso, que parecía que estaba jugando una eliminatoria de Copa del Rey.
Las pulsaciones fueron muy altas en el primer cuarto de hora, con un mano a mano desaprovechado de Kluivert tras regalo de Fernando y un remate peligroso de Cavani al primer palo en un centro preciso de Gayà.
El uruguayo, a diferencia de Gijón, tuvo una noche aciaga. El delantero volvió a tener otra ocasión poco después y su remate lo sacó el portero, aunque estaba en fuera de lugar. En el segundo tiempo lo intentó, pero no estuvo acertado en los metros finales al igual que su equipo.
Justo antes del descanso, Mestalla quedó en silencio después de que Gil Manzano decretase una pena máxima favorable al Almería. Touré buscó el remate de primeras dentro del área, la pelota dio en el muslo de Paulista y rebotó en la mano. El árbitro, tras ver la acción en la pantalla, no tuvo dudas ante las protestas del valencianismo.
Finalmente, Ramazani mandó el cuero al larguero y Paulista lo celebró como si no hubiera un mañana. Los locales se salvaron de ir por debajo en el marcador y al poco de iniciarse el segundo acto abrieron la lata.
Justin Kluivert, al que la altura no es precisamente su fuerte, aprovechó un servicio de Lato para cabecear a gol ante la atenta mirada de los defensores del Almería. Lejos de arrugarse, los andaluces empataron rápidamente el encuentro.
Chumi, en un córner botado desde la derecha, se elevó por encima de sus marcadores para firmar un testarazo inapelable. 1-1 y vuelta a empezar. No hubo tiempo para digerir ese tanto cuando otra vez Gil Manzano decretó un penalti, pero esta vez favorable para el Valencia.
Y de nuevo tuvo que ver la acción en la pantalla tras dejar muchas dudas la caída de Cavani con Chumi. Finalmente, el colegiado cambió de parecer y mandó reanudar el juego.
Eso no cortó las alas a un Valencia que, pese a ver cómo anulaban un tanto a Lino en el 63', volvió a adelantarse en el electrónico. La firma la puso Gayà, que aprovechó un rechace de Fernando a tiro de Kluivert para remachar el cuero al fondo de la red.
El capitán había conseguido poner orden en Mestalla, pero todavía quedaba un mundo y el cuadro 'che', como de costumbre, dejó escapar la victoria. Y todo vino marcado por un error defensivo de manual.
Özkacar trató de despejar en su área, rebotó la pelota en Touré y Melero, que vio en buena posición a Portillo, le entregó el esférico y el malagueño ajustó su disparo, que entró por el palo derecho de Mamardashvili.
Jarro de agua fría en la parroquia valencianista, que tuvo que aguantar el chaparrón como pudo. Tanto Rubi como Gattuso movieron ficha en el banquillo, pero el marcador finalmente no se movió más. Castillejo tuvo la última e inexplicablemente no acertó en su cabezazo en el área chica.