Mereció ganar y venció Portugal. Fueron los claros dominadores del encuentro, pese a la gran resistencia que mostró Serbia.
Carvalho inauguró el marcador con un gol al borde del descanso, el minuto 42. Salió Dmitrovic, el meta de Serbia. No logró despejar y el rechace fue a parar a Carvalho, que pasaba por allí. La enganchó y la mandó al fondo de la red.
Y así llegó el partido al descanso. Lo que había sido una primera parte tranquila, sin muchos goles, derivó en una segunda mitad de locura.
Guedes puso el segundo en el minuto 58. Una auténtica obra de arte la del futbolista del Valencia. Recortó a la defensa serbia con la derecha, se metió hasta la cocina y sorprendió con un zurdazo imparable.
Toma y daca
Tenía mucho que decir Serbia, que diez minutos después anotaba su primer gol del partido. La jugada llegó a balón parado. Sacó Tadic de córner, se durmió en los laureles la zaga lusa, nadie defendió... y Milenkovic no falló.
Cristiano decidió que no iba a irse de allí sin su gol y anotó el tercero... aunque en posición adelantada. Bernardo Silva le puso un pase milimétrico, una asistencia perfecta. El delantero estaba en fuera de juego, pero no lo vio el asistente. Al no haber VAR, el tanto se dio por bueno.
Cinco minutos después, respondía de nuevo Serbia con un gol de Mitrovic. Recibió el esférico en el área, controló y la clavó. Un soberbio golazo que recordaba a Portugal que tenían un duro rival delante.
Poco le duró la alegría de ese gol a Serbia. Un minuto después, Bernardo Silva, el mejor jugador del partido, marcó el cuarto y definitivo. Guerreiro le vio venir por la banda y le filtró un pase medido para que rematara la faena.
Tres puntos para Portugal que le dan vida en la clasificación. Se coloca segunda, con cinco unidades. Serbia se queda en la cuarta posición con cuatro puntos.