En Lezama el verano comenzaba con la contratación de un nuevo entrenador. Ángel Villacampa aterrizaba en el club bilbaíno con un currículum excepcional y con muchas expectativas generadas en torno a su figura.
Desde el primer minuto, el ex entrenador del Atlético de Madrid quería un equipo reconocible y que refleje los valores del club con la figura de Lucía García como principal valedora.
A pesar de todo, la pretemporada del Athletic no ha sido la esperada. Es cierto que han conseguido la victoria en el trofeo Carranza, pero en cuanto al juego el Athletic deja mucho que desear.
Villacampa está apostando por un 4-3-3 donde las claves son una salida limpia de balón y la búsqueda de espacios y velocidad con Leia, Marta Perea y Lucía García como tridente ofensivo.
Pero a la hora de la verdad el equipo no funciona como se esperaba. Contra el CD Tacón, en la primera semifinal del Carranza, se vio un Athletic superado en la primera parte que no conseguía superar la intensa presión del club madrileño y sin apenas crear ocasiones. Un penalti en la segunda parte decidió el encuentro en favor de las bilbaínas.
El resto de la alineación quedaría de la siguiente manera: Ainhoa en portería; Oihane y Gimbert como centrales acompañadas de Eunate y Ainhoa en los laterales y en el medio del campo Marta Unzué como pivote defensivo junto con Nekane y Maite.
Una imagen algo pobre para un equipo que tiene potencial para situarse una posición por encima de ese quinto puesto conseguido la temporada pasada. El Levante será la primera piedra en el camino para el conjunto vasco al que da la sensación de que todavía le falta rodaje para lograr su mejor rendimiento.