La posible solución al 'dilema Kane'

El de 2021 ha sido, sin duda, el mercado estival de fichajes más volátil de la historia. Con decenas de movimientos de gran calado, incluidos los de Lionel Messi al Paris Saint-Germain, Antoine Griezmann al Atlético de Madrid o Cristiano Ronaldo al Manchester United, miles de aficionados se quedaron con las ganas de ver a otros ‘cracks’ vistiendo otros colores. Uno de los casos más sonados, sin duda -y sin contar, por supuesto, el de Kylian Mbappé-, ha sido el de Harry Kane. 

A punto estuvo el delantero inglés de engrosar las filas del Manchester City a lo largo del mes de agosto, pero el propietario del Tottenham Hotspur, Daniel Levy, no cedió ante las sucesivas y suculentas ofertas que llegaron del Etihad Stadium por su estandarte. El capitán de los ‘Spurs’ confirmó su continuidad en White Hart Lane, donde suma 223 goles, 45 asistencias y cero títulos en 340 partidos.

Tras quedarse con las ganas de levantar la pasada Eurocopa, la Champions League de 2019 y las League Cups de 2015 y 2021, el internacional inglés estaba dispuesto a abandonar su zona de confort y salir en busca de un éxito que, a sus 28 años, le sigue siendo esquivo. Aunque de haber firmado por el conjunto ‘Citizen’ sus posibilidades hubiesen aumentado notablemente, cabe preguntarse si su influencia en el sistema de Pep Guardiola habría sido similar a la que ejerce desde hace años en el Tottenham.

Un menor peso de la variable económica

El pasado mes de abril, precisamente, uno de los alumnos aventajados del técnico español, Kevin de Bruyne, extendía su contrato con el equipo mancuniano hasta 2025 tras un complejo proceso de introspección y evaluación de su propio rendimiento. Según desveló ‘The Athletic’, el belga recurrió a la analítica avanzada de datos para tomar la decisión de imprimir o no su rúbrica en el contrato que le ofrecía el club ‘sky blue’.

Gracias al Big Data, el ‘playmaker’ del City tuvo claro que sus opciones de ganar la Liga de Campeones serían mayores si permanecía en Manchester, y viceversa. De hecho, los británicos alcanzaron su primera final de la máxima competición continental mes y medio después. Los datos eran claros: sin De Bruyne, sería difícil que Guardiola volviese a pelear por levantar su tercera ‘orejona’, la cual se le resiste desde hace una década.

Otro ejemplo reciente de futbolista que recurre a los datos para elegir destino es Héctor Bellerín, siendo ‘su’ Real Betis Balompié, curiosamente, la que emergió como la mejor opción disponible para sumar minutos de calidad ante la negativa de Mikel Arteta de incluirle en sus planes, pese a no ser, ni mucho menos, la más suculenta económicamente.

Con 26 primaveras a sus espaldas, el canterano del FC Barcelona dio prioridad a la posibilidad de volver a brillar y ser protagonista en un terreno de juego frente a una mejor situación monetaria. A fin de cuentas, lo primero suele repercutir directamente en lo segundo. Al menos, en este deporte.

Ejemplos ambos quizás aislados todavía, pero que prometen multiplicarse en los meses venideros gracias a herramientas como el nuevo índice de adaptabilidad desarrollado por BeSoccer Pro.

¿Cómo funciona el nuevo índice de adaptabilidad?

Para determinar qué equipos se adaptarían mejor a las características y habilidades de un futbolista concreto, BeSoccer Pro ha desarrollado un índice de adaptabilidad que tiene en cuenta los siguientes aspectos:

• El ELO del equipo en el juega actualmente el futbolista

• El ELO de la competición doméstica en la que milita el equipo actual del futbolista

• Los sistemas de juego empleados habitualmente por el equipo de origen

En una primera fase del proceso, los algoritmos que determinan este índice evalúan qué clubes de las competiciones seleccionadas se asemejan más al club de origen del jugador, determinándose numéricamente mediante un porcentaje. 

En segundo lugar, se comparan las métricas avanzadas básicas y específicas de la posición del futbolista en cuestión respecto a los demás jugadores que ocupan dicho puesto en los clubes de referencia. Además, a través del ELO se realiza una comparativa del nivel del resto de jugadores respecto al deportista cuya adaptabilidad queremos analizar y determinar, arrojando un segundo porcentaje de similitud; en este caso, entre los propios futbolistas.

Ambos porcentajes de similitud, tanto el de clubes como el de jugadores, se utilizan para ponderar en un índice de 0 a 10 cómo de bien se puede adaptar un jugador al sistema de juego y a la plantilla de un club concreto.

Ejemplo práctico: el ‘dilema Kane’

A fin de mostrar mejor las posibilidades que ofrece esta nueva funcionalidad, de la cual se han beneficiado ya varios futbolistas profesionales, recurriremos a Harry Kane y su expreso deseo de abandonar el Tottenham Hotspur más pronto que tarde. Imaginemos, por tanto, que el capitán de la selección inglesa desea no sólo saber dónde ganará más títulos y dinero, sino en qué club podría sentirse, además, importante.

Con sólo apretar un botón, los algoritmos avanzados de BeSoccer Pro son capaces de responder a dicha pregunta atendiendo a distintos criterios. En este caso en concreto, intentaremos determinar qué clubes de la Premier League, por un lado, y de las grandes ligas de Europa, por otro, se amoldan mejor al delantero inglés, teniendo siempre en cuenta que posean un ELO similar o superior al del conjunto londinense.

Si nos limitamos expresamente a la Premier League, podemos comprobar que, curiosamente, el Manchester City se antoja como el equipo del ‘Big Six’ menos adecuado (‘rating’ de 6.9) para Kane, tanto por el sistema de juego empleado como por el tipo de futbolistas que conforman la plantilla de Pep Guardiola actualmente, seguido muy de cerca del Liverpool de Jürgen Klopp (7.09).

En el Chelsea, vigente campeón de Europa (7.39), tendría que pelearle el puesto a Romelu Lukaku. Sin embargo, en el Arsenal, eterno rival de los ‘Spurs’ (8.43), o el Manchester United (8.5), aun siendo CR7 la principal referencia ofensiva en Old Trafford, lo tendría algo más ‘fácil’. Un amplio abanico de contendientes al título -exceptuando a los ‘gunners’- que no ofrecerían, sin embargo, plenas garantías de éxito a Harry Kane.

La perspectiva del ‘killer’ británico no es mucho mejor lejos del Reino Unido, pues ningún club de las cinco grandes ligas con un ELO igual o superior al del Tottenham supera los 9 puntos en su índice de adaptabilidad. El mejor colocado sería el Milan del incombustible Zlatan Ibrahimovic (8.93), especialmente por las similitudes tácticas entre italianos y londinenses.

Un destino algo más equilibrado, especialmente por el nivel y las características de jugadores como Luis Suárez, podría ser el Atlético de Madrid (8.71), vigente campeón de LaLiga Santander. BeSoccer Pro también arroja la Lazio (8.21), el Inter de Milán (8.16), la Roma (8.16), el Borussia Dortmund (8.13) y el Olympique de Lyon (8.05) como equipos potencialmente interesantes para los intereses de Kane, competencia como Ciro Immobile o Erling Haaland aparte.

Evaluación de riesgos 

La situación contractual de Harry Kane no es precisamente fácil. Su potencial para brillar en el Manchester City como lo lleva haciendo años en White Hart Lane no está claro. La predilección de Guardiola por el Juego de Posición y por atacantes de un perfil distinto, como refleja el índice de adaptabilidad, influyen negativamente. De él dependería decidir si merece la pena arriesgar su actual estatus en pos de incrementar sus posibilidades de colgarse una medalla al cuello.

Aunque pocos contemplan ahora mismo que acepte la propuesta de los ‘Spurs’ para permanecer en Londres hasta el final de su carrera deportiva, sería, no obstante, una elección muy a tener en cuenta para Harry Kane. En Londres, a fin de cuentas, es la referencia indiscutible de un equipo que juega ‘para él’, que le valora muy bien económicamente y que ya cuenta entre sus filas con futbolistas que, cuando le acompañan sobre el césped, le ayudan también a mejorar su rendimiento.

En estas circunstancias, si el Tottenham fuese capaz de reforzar la plantilla dirigida por Nuno Espirito Santo con los futbolistas adecuados a corto plazo, quizás tendría la posibilidad de convencer a su ídolo, cuyo contrato vence en 2024, de dar marcha atrás en su deseo de abandonar el club de su vida para buscar la gloria eterna, ésa que tanto se le resiste, lejos de High Road.