Victoria muy trabajada del Brighton en su casa ante un Brentford que demostró demasiadas fragilidades. Balsámico triunfo para los de Potter, que volvieron a sumar tres puntos tras tres meses sin hacerlo.
En los primeros compases del encuentro se pudo ver como el cuadro local propuso más sobre el terreno de juego. Sin embargo, el electrónico no se iba a mover hasta la recta final de la primera mitad.
En un balón que parecía más un melón que un pase en diagonal de Mwepu, Trossard hizo magia y bajó el esférico. Sin dejarla caer, el delantero belga puso una vaselina sobre el meta rival Álvaro Fernández.
Apenas siete minutos más tarde, Maupay también quiso su dosis de protagonismo. El atacante recibió en la frontal del área y no se lo pensó dos veces. El cañonazo del '9' quitó las telarañas de la portería y se coló por toda la escuadra.
En la segunda mitad, el marcador no se movió más, aunque mucha culpa de ello tuvieron Robert Sánchez y Cucurella. El tándem español se mantuvo sin fisuras y logró mantener la ventaja lograda en la primera mitad.