Hasta hace ocho días, el Rayo solo había sufrido cinco derrotas en 38 jornadas. Sin embargo, en los dos últimos partidos el equipo madrileño ha sido incapaz de ganar a dos equipos de la zona baja que están en plena lucha por la permanencia.
La pasada jornada, el Rayo no pudo aprovechar la derrota del Sporting con el Barcelona B y el Córdoba asaltó Vallecas (1-2) en un partido malo del equipo franjirrojo, que en la segunda parte fue superado claramente por los jugadores dirigidos por José Ramón Sandoval.
Esta última jornada el Sporting volvió a caer con el Tenerife y el Rayo, a una sola victoria del ascenso directo, no pudo imponerse en el derbi madrileño al Alcorcón, que le dio un repaso futbolístico y le endosó cuatro goles, todo un récord para el equipo alfarero, el menos realizador de la categoría.
El Rayo suma sus dos primeras derrotas consecutivas de la temporada en el momento más decisivo, pero sigue dependiendo de sí mismo para ascender de manera directa a Primera.
A falta de dos jornadas, y con seis puntos en juego, el Rayo aventaja en cinco al Sporting, por lo que una victoria en el próximo partido contra el Lugo o en el último contra el Nàstic le daría el billete directo a la máxima categoría. Incluso un nuevo tropiezo del Sporting en cualquiera de sus dos encuentros también le permitiría ascender.
Lo que más preocupa ahora en el Rayo es recuperar la autoestima y seguir creyendo en las muchas posibilidades de ascenso que quedan, sin pensar más allá de la próxima jornada.
"No habíamos perdido dos partidos y nos toca levantarnos. Hay que seguir trabajando por un sueño que es muy difícil de conseguir, pero hay que saber que tenemos la sartén por el mango y vamos a aprovecharlo", dijo Míchel, en su última rueda de prensa.