Primero Heynckes, luego Mou y, ahora, Zidane

Es muy duro cuando un entrenador dice adiós a su equipo, pero más lo es todavía si viene de haber tocado el cielo con sus manos. Esto es lo que le ha sucedido a Zidane, que ha dicho adiós al Santiago Bernabéu apenas cinco días después de levantar su tercera Champions League consecutiva, conseguida en tan solo dos años y medio. 

Una decisión que ha sorprendido a todos, que no se esperaba nadie, cuando este mediodía Zidane aparecía ante los medios de comunicación acompañado del presidente blanco, Florentino Pérez, anunciando que no seguiría siendo entrenador del Real Madrid la próxima temporada.

Un duro golpe para todos los madridistas, que pensaban que ya habían encontrado al eterno entrenador que ocuparía durante años el banquillo madridista, cargándolo de títulos y éxitos. 

'Zizou' sigue así los pasos de dos ex 'merengues' que también fueron líderes un día en el Santiago Bernabéu: Jupp Heynckes y Jose Mourinho. Ambos dijeron adiós a sus clubes tras conseguir la 'Orejona', algo que muy pocos han hecho en la historia del fútbol.

Comencemos por Heynckes. El alemán se proclamó campeón de Europa con el Real Madrid en 1998, tras superar por 1-0 a la Juventus y levantar la 'Séptima'. Pero, pese a ello, fue destituido como entrenador del conjunto blanco.

Mucho después, en 2013, conquistó la Champions con el Bayern de Múnich tras imponerse ante el Borussia Dortmund por un ajustado 1-2, pero ya había pactado su salida del club alemán, dejando su puesto en manos de Pep Guardiola. 

En cuanto al luso, José Mourinho abandonó el Oporto en 2004, después de levantar la 'Orejona' tras un contundente 0-3 al Mónaco, para aterrizar en el Chelsea.

Seis años después, en 2010, conquistó el triplete con el Inter, tras derrotar por 0-2 al Bayern de Múnich en la final de la Champions, pero dijo adiós a los italianos para liderar el banquillo del Santiago Bernabéu.

Dos vivos ejemplos más, dos entrenadores que también tienen un pasado ligado al Real Madrid. Zidane no es el primero y, está más que claro, no será el último...