Zidane suspira por Pogba al mismo tiempo que los caminos del centrocampista y el United tienden a separarse. El club, que ni siquiera tiene asegurada su presencia en Champions la próxima temporada, le ha pedido a su futbolista que se decida pronto. Debe hacer una planificación, liderada por Solskjaer, del United del futuro. En él se intuye que no estará Pogba.
En el horizonte, el Madrid, un equipo con el que se ha relacionado al campeón mundial en Rusia en innumerables ocasiones. Zidane no ha perdido el tiempo en alabar a su compatriota, definiéndolo como "un jugador diferente" que sabe hacer de todo. No le falta razón al técnico del Madrid, aunque con Pogba nunca se sabe. Es un jugadorazo, no cabe duda, pero lleva adheridos varios asteriscos que obligan a plantearse si el Madrid necesita su fichaje.
En el plano positivo, su indiscutible calidad. Hablar de Pogba es hacerlo de un futbolista de talla mundial, con talento, músculo y gol. Lo que toda la vida se ha conocido como un 'box to box'. Combina llegada con trabajo defensivo como ha demostrado en la presente temporada, en la que ha anotado 16 goles y repartido once asistencias.
Cabe destacar también el impacto mediático que supondría el fichaje de Pogba por el Madrid. El galo es un icono para las marcas, tiene mercado en prácticamente todo el planeta. En ese aspecto, el Madrid ganaría -y mucho- después de que la salida de Cristiano y el bajón de rendimiento de Bale hayan dejado ese importante espacio por ocupar.
Lanza penaltis, también las faltas, no evita la responsabilidad. En el vestuario, Pogba también destaca. Lo hace por su alegría, simpatía y su liderazgo, el cual demostró con Francia durante el Mundial de Rusia, en el que se hicieron virales sus charlas antes de los partidos y en los intermedios. Lo tiene todo -en el plano futbolístico- aunque, como todo gran 'crack', también cuenta con su lado oscuro.
La mayor problemática reside en su sueldo, de 17 millones de euros por temporada. Si el Madrid se lo mantuviera, pasaría a ser el mejor pagado de la plantilla, algo que el club no está por la labor de que ocurra. Además, el United ha fijado su salida en 150 millones de euros, una cantidad que el Madrid quiere rebajar sea como sea. En la mesa de negociaciones, por cierto, el peculiar Mino Raiola.
Hay más con Pogba, ya que en alguna ocasión ha tenido problemas con sus entrenadores. Sobre todo con Mourinho, cuya relación acabó absolutamente rota. Ambas partes tensaron la cuerda hasta que se rompió, incluso el francés desapareció de los terrenos de juego. Cuando salió el portugués, Pogba elevó sus prestaciones y pasó a ser el líder con Solskjaer.
En este capítulo también hay que destacar la tendencia que le lleva a excederse en su autoestima, a venirse arriba, como se suele decir. Sabe que es bueno, muy bueno, y en ocasiones le perjudica. Sueña con un Balón de Oro que quizá no tenga tan cerca como parece, aunque vestir de blanco puede que le acerque a él. Todo si en las oficinas del Bernabéu, finalmente, prima más lo bueno que lo malo.