Pucela se aferra al ascenso directo y la Ponfe se aleja del sueño

El Valladolid hizo los deberes en un compromiso de máxima tensión. El conjunto de Pucela estaba obligado a ganar después de la victoria del Almería ante el Sanse, ya que de no ser así perdería sus opciones de ascenso directo. Por su parte, la Ponfe también estaba en una final para no descolgarse de la lucha por alcanzar los puestos de 'play off'.
El ambiente en el José Zorrilla era el de las grandes ocasiones y la afición empujó a su equipo desde que antes de que diera inicio el partido. Tanto fue así, que la incercia de la euforia que se vivía en el campo se trasladó en el juego, y los locales se adelantaron nada más empezar.
El Valladolid salió muy activo e Iván Sánchez se fabricó un gol él solo. Encaró a la defensa, recortó hacia dentro y sacó un disparo un poco forzado que se coló cerca del palo derecho. No se había alcanzado ni el primer minuto de la cita.
El gol fue un palo para la Ponfe, pero el cuadro de Jon Pérez Bolo no bajó los brazos y buscó el empate en la primera mitad. Copete, uno de los futbolistas más destacados en defensa, estuvo cerca de poner las tablas a los cuatro minutos. Remató con la cabeza en una posición demasiado esquinada, pero pudo colocarla con peligro para que Masip se viera obligado a aparecer. El balón acabó en saque de esquina.
Sin embargo, los blanquivioletas eran quienes mostraban más sensación de peligro y Weissman avisó a la Ponfe con un gol de cabeza que fue anulado por fuera de juego en el 17'.
Naranjo tuvo la última ocasión clara antes de enfilar hacia los vestuarios, pero el remate del delantero no fue del todo bueno y se marchó desviado, cerca del palo izquierdo. Al descanso, el marcador no se movió.
En la segunda parte, el Valladolid monopolizó la posesión en los primeros compases y Pacheta introdujo cambios que revolucionaron el partido.
Monchu, que tan solo llevaba unos segundos en el campo, hizo magia en la primera que tocó. En el 61', golpeó de forma directa una falta muy esquinada. La barrera no estuvo bien y Amir no se lo esperó un disparo muy potente que acabó al fondo de las mallas.
Con el 2-0 en el marcador, el Valladolid jugó con el tiempo a favor, ante una Ponfe peleona que intentó recortar las distancias pero no tuvo suerte.
El resultado pudo ser más abultado si El Yamiq hubiera anotado en el añadido, después de un remate de cabeza que pasó muy cerca del palo izquierdo tras el saque de un córner. No obstante, el electrónico no se movió.
Con el pitido final, en Pucela siguen creyendo que el ascenso directo es posible y le mete toda la presión a un Eibar que se verá obligado a ganar en Butarque. Por otro lado, la Ponfe dio un paso atrás en su lucha por alcanzar la sexta plaza.