La tragedia volvió a rozar el fútbol argentino. Emiliano Carrasco acarició la desgracia en una jugada fortuita con un jugador rival, que le envió directo al paredón del estadio argentino.
Sin noticias de las supuestas colchonetas que al parecer la AFA debía haber obligado a colocar a los clubes después del fallecimiento de Emanuel Ortega, en mayo de 2015, Carrasco se encontró de frente con el temible muro de cemento.
Pero, esta vez, la suerte estuvo del lado del fútbol y el jugador de Platense tan 'sólo' sufrió la fractura de su dedo meñique derecho y un traumatismo de codo.
Fue un milagro lo que pudo haber terminado en tragedia, mientras los dirigentes de los clubes siguen mirado para otro lado, desde sus seguros asientos acolchados.