Al West Ham se le escapó sobre la bocina un empate que habría sido un nuevo borrón en la trayectoria del Chelsea a estas alturas de la temporada. 'Blues' y 'hammers' se vieron las caras en la jornada 34 de la Premier League y los de Thomas Tuchel se llevaron el gato al agua en un final de infarto.
Resulta que todo, o, al menos, casi todo lo importante, ocurrió en las postrimerías del duelo. Un penalti cometido por Dawson en el minuto 84 descencadenó el lío. Fue expulsado tras derribar a Lukaku en el área de su compañero Fabianski, que detuvo el lanzamiento con el que Jorginho le retó desde los once metros.
El arquero polaco hizo varias paradas de mucho mérito, sobre todo una a N'golo Kanté y otra a Timo Werner, además de parar el penalti de Jorginho. El italiano desperdició la oportunidad de marcar después de que Dawson derribara a Lukaku cuando se quedaba solo en el mano a mano. El VAR revisó la jugada y expulsó al central.
Dolidos por el fallo de uno de sus grandes líderes pero conscientes de la inferioridad numérica del rival, el cuadro de Stamford Bridge se vino arriba y sitió la caja contraria en lo poco que quedaba de partido. Como consecuencia, el grupo recogió el premio en un buen balón de Marcos Alonso al área que cazó Pulisic.
El estadounidense, que no se complicó y definió abajo, desató el éxtasis en las gradas, que temían un nuevo mal resultado como la derrota contra el Arsenal. Otra caída habría puesto en serio peligro la tercera plaza que, de momento, esgrime el plantel, con los 'gunners' pisándole los talones y en buena forma.
El triunfo permite a los de Thomas Tuchel recuperarse de la derrota entre semana contra el Arsenal y despegarse de los 'gunners', que se quedan a cinco puntos de la tercera plaza. El West Ham es séptimo, con 52 unidades, a ocho de la Champions y con tres de ventaja respecto al octavo, el Wolverhampton Wanderers.
April 24, 2022