"Salam Pakistán", saludó Puyol a los 28.000 asistentes de la final entre el Quetta Gladiators y el Peshawar Zalmi.
"Antes creía que aquí solo gustaba el críquet, pero veo que os gusta el fútbol", afirmó el ex jugador del Fútbol Club Barcelona y la Selección Española.
El futbolista anunció que se han puesto a la venta las entradas para los dos partidos de exhibición que se jugarán en las ciudades paquistaníes de Lahore y Karachi en abril.
En esos partidos participarán el portugués Luis Figo y el brasileño Ricardo Izecson dos Santos Leite, conocido como Kaká, junto con otras diez estrellas que no han sido anunciadas aún.
La ceremonia comenzó con un minuto de silencio por las víctimas del ataque del viernes contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch en la que fueron asesinadas 50 personas, entre ellas nueve paquistaníes.
Puyol llegó el sábado a la sureña ciudad de Karachi para promocionar en un centro comercial esos partidos, después de que en enero Figo y Kaka anunciasen el evento en esa misma urbe.
Estos partidos continúan el camino abierto el año pasado por el evento "Ronaldinho y sus amigos", que consistió en dos partidos de exhibición del exjugador del Barcelona junto con Roberto Carlos, el inglés Ryan Giggs o los franceses Nicolás Anelka y Robert Pirès.
La presencia de reconocidos deportistas extranjeros en Pakistán es infrecuente, una situación que se acentuó después de que en 2009 un ataque terrorista contra el convoy de la selección de críquet de Sri Lanka en Lahore matara a siete policías y dos civiles.
Pero la violencia ha disminuido en los últimos años y el deporte internacional comienza a regresar al país asiático poco a poco, como la Copa Davis, que volvió a jugarse en Pakistán en 2017 tras 13 años de exilio por el terrorismo.
Aunque el críquet es el deporte más popular de Pakistán, el fútbol lucha por ganar terreno, con una selección absoluta todavía anclada en los últimos puestos del ránking mundial FIFA, en el que se sitúa en el puesto 199 de un total de 211 equipos.