El cuadro 'citizen' ganaba su partido por 1-2 y el técnico catalán decidió dar entrada al centrocampista alemán en detrimento del 'Kun', que abandonó andando el terreno de juego en dirección al banquillo.
Al ver su lentitud, Pep pensó que se había enfadado por el cambio, pero el argentino le dijo, tal y como asegura en 'Olé', que lo estaba haciendo arañar algunos segundos al marcador con el ánimo de perder tiempo.
En su salida, Guardiola se acercó a él y le dijo algo, con lo que Agüero bromeó: "Me dijo que no le gustaba mi pelo". Fue lo que dijo en primera instancia, pero luego reconoció el verdadero discurso de su entrenador.
"Lo miré diciendo que salía así porque íbamos ganando. Se rio y me abrazó, todo bien como siempre", concluyó el delantero, que aseguró que hasta su madre, a la que no le suelen gustar sus cambios de 'look', le gustó el color de pelo que había elegido.