El Liverpool va de decepción en decepción desde que se hizo con el cetro europeo ante el Tottenham en la final de la Champions del Metropolitano.
Tras el merecido período vacacional, los de Jürgen Klopp han vuelto desconocidos al trabajo. No sólo en defensa, donde han tenido grandes lagunas, sino también en ataque, donde han perdido la voracidad que exhibieron en los últimos meses de la pasada campaña.
Cierto es que al Liverpool le han faltado sus mejores hombres, pero no es menos cierto que el equipo ha estado a años luz de su rendimiento habitual.
La pretemporada comenzó para los 'reds' con un par de amistosos ante modestos ingleses que ya se han hecho habituales en los últimos tiempos. Esta vez, le tocó el turno a Tranmere Rovers y Bradford City, que claudicaron por 0-6 y por 1-3 ante los de Klopp.
Ya en el segundo partido, pese a la enorme diferencia entre unos y otros, los de Merseyside estuvieron flojísimos en defensa.
Los peores augurios se confirmaron en Estados Unidos, donde el equipo no fue capaz de ganar, algo que tampoco hizo al regreso a Europa.
Borussia Dortmund (3-2), Sevilla (2-1), Sporting de Portugal (2-2) y Nápoles (3-0) se aprovecharon de las dudas de los 'reds', que afrontan ahora un útimo 'stage' en Francia antes del comienzo de lo verdaderamente duro.
Klopp y los suyos se enfrentarán al Olympique de Lyon y luego afrontarán el Community Shield ante un Manchester City mucho más rodado y que podría dejarles sin el primer título de esta 2019-20.
Después, el Schalke 04 será la prueba de toque definitiva antes de que el Liverpool abra en casa la Premier League ante el Norwich el 9 de agosto. Para entonces, la hinchada 'red' espera que hayan acabado las dudas y el equipo vuelva a ser ese contra el que nadie quería jugar a finales de la campaña 2018-19.