El Real Valladolid fue capaz de desvestir al Madrid y dejarlo blanco en su propia casa. En un partido que no tuvo goles hasta el tramo final se echó de menos a ese equipo que ha sido capaz de golear al cuadro pucelano en varias ocasiones por un marcador que alcanzó hasta los siete goles.
En el Bernabéu no hubo rastro del equipo con pegada y descaro con el que sueña de nuevo la afición. En 90 minutos se pudieron sacar más conclusiones negativas que positivas porque la llegada de Hazard, Jovic o Mendy no ha hecho, de momento, que el Madrid sea otro distinto al del curso anterior. De momento, todo está más apagado que encendido.
Lo más alarmante es que Zidane prometió profundos cambios y a día de hoy no se han visto. El francés alineó a nueve jugadores que formaron uno de los onces del año 2014, lo que parece más un paso hacia atrás que dos hacia adelante.
Zizou puso a Bale con casi los dos pies fuera y ha acabado siendo titular, James debió entrar dos años después para sustituir a un Modric sancionado y ni rastro de los nuevos fichajes por lesión. Al Madrid le falta mordiente, le falta velocidad, le falta esa alegría en el campo y, sobre todo, dar la sensación de ser un equipo que te puede fusilar en cualquier momento.
De hecho, al equipo le hicieron falta 22 remates para conseguir que el gol de Benzema subiera al marcador. Analizando las caras nuevas, Jovic tiene que ganarse el puesto, Mendy es el sustituto de Marcelo y Militao de Varane, de modo que el lavado de cara parece más complicado ahora que antes.
Un buen resumen tiene que ver con que la media de edad del once que saltó al Bernabéu es de 29 años, dejando claro que la juventud no es un factor que predomine, por eso aquello de que Zidane ha vuelto a la vieja guardia.
Otra de las partes más dañadas es la del centro del campo. El lugar de las operaciones del Madrid sigue sin tocarse, sin tener ese aceite para engrasar una máquina que parece chirriar. Modric no estuvo y cuando se fueron James e Isco todo fue un descontrol.
El Madrid se quitó de encima a Marcos Llorente o Ceballos y se ha quedado con un mínimo de centrocampistas que implica realizar un fichaje antes de que termine el mercado. Pogba es la principal opción y las más complicada, aunque también suenan Eriksen o Van de Beek.
Aunque solo han pasado dos jornadas y hay nombres importantes en la enfemería, la falta de la sensación de dominio es lo que mejor puede resumir al Madrid de la segunda etapa de Zidane.