El fútbol muchas veces tiene estas cosas. Marcar seis goles ante el último campeón de la Superliga en su estadio no sirve de nada y se olvida si en los siguientes partidos no se anota.
Fueron muchos los rumores sobre River durante las últimas semanas. Días que se hicieron más largos debido a que pilló por medio la jornada de ventanas de partidos FIFA.
El caso es que los 'millonarios' llevaban tres partidos sin marcar y fue Huracán el que pagó los platos rotos y los que, sin quererlo, restauraron el orgullo herido.
Aunque el partido no empezó de esa guisa. De hecho, fue el 'Globo' el que comenzó con el dominio de la pelota. No es la primera vez que a River le cuestan los primeros minutos.
Con el paso de los segundos, como suele pasar en el cuadro de Gallardo, los de Núñez se fueron creciendo. Cada vez daban un pasito más para delante, hasta que llegó Nacho Fernández.
Siempre es el mismo el que desatasca los partidos y esta vez lo hizo con un caño que dejó solo a Suárez. El delantero llegó a línea de fondo y puso el pase de la muerte para que Casco llegase de segunda línea.
El defensor fue otro de los que estuvo en todo, al igual que Palacios. Antes, Matías Suárez y Borré se encontraron con Silva, que achicaba balones como buenamente podía.
Una vez más, Nacho Fernández fue decisivo provocando un penalti poco después de la media hora de juego que él mismo se encargó de mandar al fondo de la red, aumentando su idilio con el gol.
La puntilla llegó justo antes del descanso, en forma de un zapatazo de Palacios que entró lamiendo el poste de Silva. Huracán había bajado los brazos y no los levantó hasta que el colegiado señaló el final del partido.
Por si fuera poco castigo, Nico de la Cruz consiguió su gol de rigor a la vuelta de los vestuarios. De nuevo, en una buena jugada de Casco, que abrió para Borré y el centro del colombiano lo definió el uruguayo.
Aunque River bajó tres marchas su ritmo de juego, un derrotado Huracán dejó pasar los minutos y sólo salió de la cueva en un par de ocasiones sin excesivo peligro.
El mensaje de Gallardo y de sus soldado 'millonarios' fue claro: que no se vuelva a decir que River no tiene gol. Ya suman 11 en tres partidos fuera de casa.