La histórica salida de la Unión Europea conllevará numerosos (e importantes) cambios en el mundo del fútbol. La Premier League y la Liga Escocesa se verán más que afectadas, pues más de 400 jugadores no cumplirán los requisitos para actuar en las competiciones ingleses.
"Los informes apuntan a que dos tercios de los actuales jugadores extranjeros de la Premier League no complirían los criterios para jugar en Reino Unido", explica a la revista 'Panenka' la abogada especializada en inmigración en el deporte María Patsalos.
Permiso de trabajo.
Según la legislación actual del Reino Unido, los futbolistas extranjeros que deseen jugar en las islas deberían haber disputado antes de fichar por algún club británico entre un 30% y un 75% de los partidos internacionales disputados por su selección.
Esto depende del ránking FIFA, pero lo cierto es que muchos futbolistas, algunos comunitarios como Payet, Ander Herrera o en su día Cristiano Ronaldo, no podrían haber jugado nunca en la Premier League si el Reino Unido no hubiera formado parte de la Unión Europea.
Traspasos.
Por otra parte, los precios de los traspasos se encarecerán aún más, pues por pura ley de oferta y demanda los clubes pugnarán de manera más dura por los mejores jugadores. Al no poder contar con cuantos comunitarios desearan, la lucha por los mejores fichajes 'extranjeros' será muy dura y esto repercutirá también en los equipos de fuera de las islas.
Jugadores jóvenes.
En cuanto a la circulación de jugadores jóvenes, el Reino Unido tenía una ventaja competitiva grande respecto al resto de países y por eso se asentaron allí grandes promesas como Piqué o Cesc en su día y otras como Brahim o Bellerín en la actualidad. Pues bien, esto se acabará, porque la FIFA lo deja bien claro en su reglamento: permite el traspaso de jugadores menores de edad entre 16 y 18 años en el territorio del Espacio Económico Europeo.
Sí que es cierto que Islandia, Noruega y Liechtenstein tienen una exención y a ello intentarán agarrarse los clubes de la Premier para mantener una legislación especial que les permita seguir actuando como hasta ahora.
Jugadores extracomunitario.
Otro de los aspectos más polémicos es el de los futbolistas extracomunitarios. Y es que sí, ahora los británicos serán extranjeros en las Ligas más importantes, por lo que las estrellas inglesas lo tendrán mucho más complicado para salir del país. Jugadores como Bale pasarán a ser extranjeros y no es descartable que ahora muchos intenten encontrar un antepasado irlandés que les permita tener esta nacionalidad con tal de poder jugar sin ocupar plaza de extranjero en otras Ligas.
A la larga, la Premier League volverá a los años 80, pues los clubes tendrán más complicado fichar a jugadores extranjeros y el campeonato inglés se nacionalizará, llevando a cabo una bajada de nivel considerable.
Ingresos televisivos.
En este sentido, la Premier League tendrá cada vez menos interés y ya no se moverán las grandes fortunas que los operadores televisivos pagan por retransmitir en abierto sus partidos, fundamentalmente en el mercado asiático. Al recibir menos dinero por ingresos televisivos, los clubes podrán atraer cada vez menos jugadores de calidad internacional y el nivel medio de la liga se desplomará.
Falta por saber si la FIFA impondrá alguna medida de gracia para que el panorama actual se adapte o si incluso mantiene a los futbolistas británicos en una situación especial de cara a que sigan sin contar como extranjeros. Parece poco probable, pero está claro que el organismo internacional del mundo del fútbol tendrá que ponerse manos a la obra para adecuar una nueva situación que tiene muchos huecos por legislar.