Es normal empezar a pensar en la nostalgia de aquel que una vez fue querido pero se marchó. Es lo que le puede ocurrir al Atlético de Madrid, que vio cómo el galo hacía las maletas con destino a la Ciudad Condal.
Es desde este momento, una vez Griezmann aterrizó en Barcelona, de que el conjunto 'colchonero' se rearme para intentar cubrir el hueco dejado por el delantero. Y es que en sus filas marcó 132 goles.
Más allá de los goles, donde fue muy importante para llegar a las dos finales de Champions League, el Atlético pierde a una de sus almas en el equipo. Capitán en el vestuario del 'Cholo', deberán ser otros los hombres que asuman el mando.
No solo del ataque vivía Griezmann. No era raro ver a un hombre de sus características bajar hasta el centro del campo o cerca de su propia área para ayudar a la defensa, algo que tendrá que aprender Joao Félix.
Y es que el portugués es el heredero natural de Griezmann. El dinero dejado por el francés sirve para amortizar al luso, que llega con la vitorla de ser el jugador más caro en la historia 'colchonera'.
Así pues, Simeone debe saber manejar los tempos y los espacios dejados por el delantero galo. A pesar del mal sabor de boca de su despedida, lo cierto es que el delantero fue pieza indispensable en su lustro en el Atlético.