Una cosa es ver la Liga de Tayikistán porque es la única que hay en juego este miércoles y otra venirse arriba pensando que uno está disfrutando de Messi y Cristiano. Sin embargo, a ver quién le niega a Kuktosh y Khujand la categoría de los goles que consiguieron en su encuentro correspondiente a la tercera jornada y que finalizó 1-1.
Rasulov nunca pasará a la historia del fútbol como uno de los mejores, pero dejó su huella con uno de los goles más destacados del confinamiento. Se podría decir que inventó el casi gol olímpico. Y es que un compañero sacó rápidamente en corto el saque de esquina y él se sacó de la chistera un maravilloso tiro.
Ese fue otro de los secretos, lanzar a puerta cuando todos esperaban el balón colgado. Pero él, lo dice su posición de golpe, buscó lo que consiguió: que el balón entrara de rosca por el segundo palo. Y lo hizo prácticamente por la escuadra. Un señor gol.
Eso ocurrió a los 42 minutos y puso a los locales por delante. Sin embargo, la réplica del Khujand a los 52 minutos no anduvo lejos. Esta vez fue un gol más bello por la acción coral.
Avanzó por la dereha Mukhammadsharifi Saidkhodzha, que amagó con centrar, rompió al lateral y puso la bola al corazón del área. Allí la dejó pasar con estilo Sanzhar Rikhsiboev. Fatkhulloev controló y se sacó un latigazo imposible para el meta Babaev.