Mientras el Milan se agita en los despachos, Zlatan Ibrahimovic continúa a lo suyo sobre el campo. Y eso que al conjunto 'rossonero' no le iban demasiado bien las cosas.
En un partido clave por Europa, al Milan se le atragantó un Genoa en plena lucha por la permanencia. 0-2 ganaban los genoveses con los goles del incombustible Goran Pandev y Francesco Cassata en la primera parte.
Pasaban y pasaban los minutos hasta que Ibrahimovic apareció para dar recortar distancias y dar algo de esperanza al equipo de Stefano Pioli con cierto margen aún para el final.
Bonaventura disparó desde la frontal del área a la salida de un córner, el balón se quedó muerto tras rebotar en un defensa y el veterano delantero apareció para convertir el tanto. Incluso para empujarla hay que saber dónde estar.
El Milan se quedaría ahí, porque no logró mover más el marcador para rascar un punto. Caía así en saco roto el tanto del sueco, su cuarto con los 'rossoneri' tras regresar en enero.