La apuesta de Rafa Benítez por dirigir al Real Madrid no acabó tan bien como todos esperaban. Ex técnico de la cantera blanca, el entrenador ganó la Champions con el Liverpool, llegó a otra final y, aunque sus mejores años parecían que habían pasado, recaló en el conjunto blanco para intentar devolverle la grandeza.
No lo consiguió él y sí su sustituto Zinedine Zidane, algo que no le ha quitado el sueño y que no ha agriado el carácter de un entrenador tan estricto en el campo como distendido y amable fuera de él.
"No soy una persona que sólo esté trabajando en el teléfono y el ordenador... Uso el móvil para competir hasta contra mi propia mujer. Me mostró un récord en el juego del solitario y, hasta que no lo superé, no dejé de intentarlo. Estuve hasta un mes jugando para conseguirlo", apunta Benítez, dejando bien a las claras su gran competitividad.
Un deseo de ganar que espera que Mike Ashley, propietario del Newcastle, pueda satisfacer. Aunque aún no ha firmado un nuevo contrato, lo hará si el dueño de las 'urracas' puede ofrecerle un plan ambicioso que no consista sólo con permanecer en la Premier League.
El ex entrenador del Real Madrid se muestra un enamorado de las películas del oeste y de Clint Easwood. "Muchas de esas películas se grabaron en España, pero no eran demasiado buenas. ¡Los indios incluso llevaban relojes en las muñecas!", relata, dando a entender que se fija en los detalles para todo.
Además de su pasión por los perros -tiene tres-, Benítez no olvida su tiempo en la cantera del Madrid. Y recuerda que él también fue jugador. "La gente dice que nunca he jugado al fútbol, pero no es así. Era centrocampista defensivo, pero también jugaba como líbero. Una vez, marqué un penalti contra Cuba con la Selección Española en los Juegos Univeristarios de México de 1979. El portero me decía que lo iba a parar pero... ¡boom!", prosigue.
Sin embargo, el entrenador pronto supo que lo suyo no era jugar y sí dirigir. "Ya a los 13 años tomaba notas de mis compañeros de equipo y les daba puntuaciones, también veía quién era el máximo goleador, etc. En la Universidad, era jugador-entrenador. El fútbol era todo para mí", concluye un técnico que antes de dar el gran salto tuvo una experiencia frustrada en el Real Valladolid, actual equipo de Ronaldo Nazário.