Rafinha no entra en los planes de Ronald Koeman, pero nadie está dispuesto, de momento, a pagar los 16 millones de euros de su cláusula de rescisión. De ahí que, tal y como informan 'Mundo Deportivo' y 'Goal', vea bien quedarse hasta que acabe su contrato.
El problema de esta opción es que no jugaría apenas partidos. Se vería obligado a quedarse en las gradas, fuera de muchas convocatorias, esperando a ser libre para que algún equipo se haga con sus servicios sin tener que abonar su precio. La fecha clave, junio de 2021.
La última idea que tuvo el Barcelona para darle salida es incluirle en un trueque por Eric García y Zinchenko, del Manchester City, pero, según las fuentes antes mencionadas, al futbolista no se le ha dicho nada sobre ello. En resumen, está sin ofertas y sin noticias.
Su marcha de desencallaría si el club contemplara propuestas inferiores a 16 millones de euros. Está aferrado a esa cifra porque necesita el dinero -el propio presidente del Lyon confesó que no tienen capital para Memphis-, pero, si el fin del mercado se acerca y no hay novedades, podría bajar sus pretensiones.