Sin ánimo ni fe, la Selección Argentina fue un trapo en manos croatas en los últimos compases del encuentro, consciente de la imposibilidad de remontar un 0-2 que cayó como una losa.
Soñando con una heróica que nunca llegó, la 'Albiceleste' se volcó sobre el área rival, invitando a Croacia a contragolpear para besar sus mallas con suma facilidad.
21 de junio de 2018
El centrocampista, que acaba de estrellar un balón en la madera, volvió a probar suerte desde larga distancia. Aunque Caballero logró detener el disparo, su rechace cayó de nuevo en botas croatas para castigar la pasividad de la zaga.
Aprovechando la laxitud de los defensas argentinos, Rakitic caminó hacia el área pequeña para empujar al fondo de las mallas un pase que caricaturizó a unos argentinos anclados pidiendo fuera de juego.
El 0-3 ahondó en la herida de una Selección Argentina que tiene pie y medio fuera del Mundial, obligando a un Leo Messi desaparecido a liderar una heroicidad mayúscula en la última jornada.