Sergio Ramos tiene la misma ambición que hace unos años. Quiso dejarlo claro en un vídeo promocional emitido por los medios oficiales del PSG.
No solo piensa en seguir ganando trofeos con el PSG, también estaría encantado de hacerlo con su selección. "Para mí es un orgullo tremendo representar a mi país, vestir la camiseta de España, con el escudo y mi número. Es una ocasión importante y ojalá pueda seguir haciéndolo, para seguir consiguiendo partidos y poner el listón muy alto", dijo el jugador.
El ex jugador del Sevilla y del Real Madrid reconoció que la victoria en el Mundial de 2010 fue "muy especial". "Tte hace sentir que no hay nada más arriba", comentó.
Ramos formó parte de la generación dorada del fútbol español, que además de ese Mundial sumó dos Eurocopas, las de 2008 y 2012. "Es algo irrepetible, difícil de igualar, tres campeonatos consecutivos. Es un reflejo del trabajo de una generación única que ojalá podamos volver a repetir, aunque será muy complicado, porque el fútbol está cada vez más igualado y resulta muy difícil ganar", dijo.
El español se refirió a su nueva etapa en el PSG, al que llegó tras muchos años en el Real Madrid. "Al principio fue difícil porque eran muchos años en el Madrid. Pero tenía muchas ambiciones en un proyecto deportivo único. Necesitaba un tiempo para adaptarme, por el colegio de los niños y por encontrar una buena casa. Pero soy una persona optimista, me gustan los retos, los nuevos objetivos y vengo a ayudar al equipo para poder ganar la Liga de Campeones", aseguró.
"El PSG es el equipo a batir, por todo el proyecto deportivo y los jugadores que hemos venido. Pero ahora hay que demostrar, no solo se gana con el escudo y con el nombre. Tenemos buenos jugadores, buen equipo, ahora toca rendir en el campo. Estamos en una buena dinámica de trabajo y vamos a tratar de ganar todos los títulos", dijo.
Pese a la juventud del club, Ramos señaló que "ahora todos los jugadores quieren venir al PSG". En lo personal aseguró que sigue queriendojugarlo todo, después de que sus primeros meses en París hayan estado un tanto ensombrecidos por las lesiones.