Después de su gran victoria ante el Milan en San Siro, la Juventus parecía que había encontrado su ritmo competitivo después de una primera mitad de temporada con muchas dudas. Sin embargo, los de Andrea Pirlo volvieron a crear incertidumbre en su juego ante el Sassuolo.
En una primera parte que brilló por la falta de goles y por sendas lesiones de McKennie y Dybala, en el 19' y 42', respectivamente, los de Roberto de Zerbi se quedaron con uno menos antes de marcharse a vestuarios. El colegiado le enseñó la tarjeta roja directa a Obiang, que le propinó una patada muy peligrosa a Chiesa.
Ante diez, los 'bianconeri' debían aprovechar su superioridad numérica en la segunda mitad y lo lograron pronto. En el 51', Danilo abrió la lata después de un zapatazo desde más allá de la frontal del área. Consigli no pudo hacer nada y el 1-0 era una realidad.
El orgullo de los visitantes no se vino abajo ni por la inferioridad númerica ni por el electrónico. Defrel fue el encargado de convertir en realidad ese arrebato en el 58', cuando definió al palo largo de la portería defendida por Szczesny.
Este orgullo pilló por sorpresa a una 'Vecchia Signora' que volvió al panorama de indecisiones que le ha perseguido a lo largo del presente curso, pero, como los grandes campeones de siempre, cerca del final hubo final feliz.
En el 82' Ramsey, que llegó al área y se incrustó entre los centrales, remató un gran centro de Frabotta y salvó los muebles. Aunque el marcador era un 2-1 muy peligroso, ya se respiró el triunfo. Al final, Cristiano quiso poner su granito de arena con un tanto en el 92', tras un buen disparo raso que le sirvió para llegar a una marca histórica.
Los de Turín sellaron una más que sufrida victoria, pero el juego vuelve a dejar que desear. Con el electrónico definitivo, el cuadro 'bianconero' está cuarto a siete puntos del líder, el Milan, pero con un partido menos.