La afición de 'La Mecha' recalaba en su asiento una semana más con la esperanza de ver un triunfo que pusiese a América de Cali en la cima del campeonato. Y así fue, pero todo pudo haber cambiado de no ser por las actuaciones de los insustituibles Rangel y Chaux.
Porque incluso estas líneas habrían sido muy diferentes si ambos no hubiesen estado acertados en los momentos clave. Hablaríamos de un empate o incluso una derrota de los locales frente a un bravo Boyacá que nunca se achicó.
El respeto que reinó en los primeros compases quedó roto con la inocente pena máxima que cometió Boyacá sobre Rangel, que no tuvo dudas a la hora de recoger la pelota para lanzar desde los once metros.
Y su golpeo, casi perfecto, colocó el 1-0 en el marcador y el delirio en la grada. De nuevo el '9' se ponía la capa para dar alas a un América de Cali que se creció gracias a ello. De hecho, el propio Rangel pudo ampliar la renta antes de la pausa. No fue así: al descanso, 1-0.
Los segundos 45 minutos siguieron un guion totalmente distinto. Parecía un partido diferente. 'La Mecha' se apagó con el paso de los minutos y Boyacá se hizo grande. Los pequeños sustos de los visitantes resquebrajaban las líneas defensivas de los locales.
De aviso en aviso, llegó el poste. Lozano estrelló la pelota en la madera e hizo el silencio en el estadio, que veía cómo Boyacá crecía en el duelo. Solo Chaux mantuvo el tipo de América de Cali en la recta final.
El arquero se sacó de la manga dos manos antológicas para salvaguardar el valioso 1-0 ante un evidente bajón físico de 'La Mechita'. Resistió como pudo el conjunto de Alexandre Guimaraes.
Una victoria que, con esos tres puntos, devuelve al equipo a lo alto de la tabla junto a Junior, ambos con dos triunfos y un empate después de las primeras tres jornadas del Apertura Colombiano. Boyacá se queda con tres unidades.