Hace tan solos unos meses Megan Rapinoe, Alex Morgan y otras 26 jugadoras de la Selección Estadounidense de Fútbol demandaron a la Federación del país.
Lo hicieron para conseguir que el organismo pagase lo mismo al combinado nacional femenino y que al masculino, algo que no sucede a pesar de que los logros en la Selección femenina son mayores.
Las dos partes, para evitar ir a juicio, se habían sentado a hablar y conciliar una posible solución. Pero en las últimas horas se ha dado a conocer la ruptura total de las negociaciones.
"Hoy debemos concluir tras estas reuniones que estamos profundamente decepcionadas por la determinación de la Federación de perpetuar las condiciones y comportamientos laborales fundamentalmente discriminatorios", comentó en un comunicado de prensa Molly Levinson, portavoz de las jugadoras.
Las jugadoras están dispuestas a que "se produca el juicio con un jurado", lo que demuestra una confianza plena en las posibilidades de ganar la batalla legal.