El paso de Raúl al banquillo del Schalke 04 vuelve a tomar fuerza

Esta semana, el Real Madrid Castilla de Raúl González está centrado en preparar la vuelta de la final del 'play off' de ascenso a Segunda División. No existe otro asunto que ocupe la mente del técnico, que vio a los suyos empatar 1-1 en la ida. En paralelo a la búsqueda del triunfo este domingo, eso sí, ha ido sonando con cada vez más fuerza una opción para su futuro: que ocupe el banquillo del Schalke 04 la temporada que viene.

Se trata de un potencial destino que ya publicó 'Mundo Deportivo' a finales de marzo, cuando los 'merengues' se encontraban en la 4ª plaza de su grupo en Primera Federación como firmes aspirantes a las eliminatorias a cuya resolución han llegado. Algo menos de 3 meses después, BeSoccer ha podido saber que el runrún sobre un hipotético regreso al equipo que le dio la bienvenida cuando dejó el Santiago Bernabéu sigue 'in crescendo'.

Sería su primera experiencia en Alemania tras varias campañas en las categorías inferiores de Concha Espina. De momento, no hay hueco para él en el sénior. Carlo Ancelotti tiene contrato hasta 2024 y, a pesar de que la Federación Brasileña de Fútbol se ha mostrado cristalina en público sobre sus intenciones de contratarle para que dirija a la 'Canarinha', todo apunta a que esperará al fin del curso que viene para tomar una decisión -si nada se tuerce antes-.

Volviendo a Raúl, es lógico que su paso a un conjunto de Europa en el que tendría como objetivo ascender a la Bundesliga esté adquiriendo cada vez más fuerza. Ha dibujado un paso adelante evidente con el Real Madrid Castilla, con el que cerró la temporada pasada en la 10ª plaza y que, ahora, es aspirante claro a subir al fútbol profesional. Esta labor, para mayor mérito, se ha llevado a cabo en constante contacto con el cuerpo técnico del sénior para proveerlo de actualizaciones sobre las futuras estrellas del primer plantel.

El vínculo de Raúl con el Schalke 04

Raúl es una institución en el Schalke 04. Cuando se incorporó a sus filas tras cerrar su etapa en el Real Madrid, el cuerpo técnico no se podía creer que hubiera contratado a semejante leyenda. Lejos de unos años plácidos y alejados de la élite, acuñó registros imponentes, con 40 goles en 98 partidos a lo largo de sus 2 temporadas. En 2011, de hecho, llegó a las semifinales de la Champions League, en las que perdió contra el Manchester United.

El otrora delantero contribuyó enormemente a esta bonanza europea con un par de goles en los cuartos de final, en los que los germanos apearon al Inter de Milán. El español vio puerta en la ida y en la vuelta, en la que, además, dio una asistencia. Anteriormente, en octavos, también perforó las redes del Valencia en la ida. En la fase de grupos, le endosó un doblete al Hapoel Tel Aviv en la tercera jornada, en la que los suyos se impusieron por 3-1.

En Gelsenkirchen, el cariño que se ganó el mito de Concha Espina fue tal que su despedida dio la vuelta al mundo. Se vistió de corto por última vez de azul en una cita en casa frente al Hertha Berlin y coronó su adiós con un gol y una asistencia. Una vez terminado el evento, volvió al campo para recibir los vítores de las gradas, que le vieron salir al campo con sus hijos. Todos llevaban su dorsal, pero cada uno con su nombre. Ahora, su padre dibuja los de sus pupilos en la pizarra.