Twumasi y Kabananga se convirtieron en una pesadilla bajo el micro clima del estadio. Entre los dos se fabricaron una ventaja de dos goles que hizo soñar al público kazajo con un triunfo histórico.
Sin embargo, la irrupción de un Raúl Jiménez imperial en el remate, amargó la tarde a los locales. El delantero, cedido por el Atlético, parecía empeñado en complicar el liderato de su equipo primigenio.
Primero, conectó un gran testarazo a centro de Jonas para acortar distancias antes del descanso. Y mediada la segunda mitad, se inventó un remate en escorzo para lograr la igualada y dejar al Benfica al borde de la clasificación, pero con el primer puesto en el alero.