A pesar de que su regreso a Vigo no ha sido todo lo positivo que cabría esperar, Rafinha sí que ha encontrado continuidad y minutos de juego en Balaídos.
El futbolista brasileño está cedido en el Celta, pero la intención del Barcelona es la de que no cumpla el año que le queda de contrato en la Ciudad Condal.
El Barcelona tiene urgencia por vender y dicha necesidad se acentuará si finalmente ficha un futbolista para sustituir a Dembélé y Luis Suárez.
'Marca' recuerda que el club azulgrana debe obtener 124 millones de euros y una de las ventas que se da como segura de antemano es la de Rafinha.
El centrocampista apalabró bajar su cotización cuando se fue al Celta. Ya no tendrá a final de temporada, por tanto, una cláusula de rescisión de 75 millones de euros. Al contrario, el citado medio insiste en que serán suficientes 17 millones para sacarle de Barcelona, la cifra en que se situará su cláusula de rescisión en su último año en 'can Barça'.
Las prisas azulgranas para conseguir dinero en efectivo no son nuevas y la marcha de Carles Pérez a la Roma adelantó estos problemas de liquidez que ahora se han hecho incluso más patentes.