El Borussia Dortmund no dejó escapar los tres puntos en su visita al Wolfsgurgo porque lo hizo, además, con su gran depredador. El equipo de Marco Rose se subió al trono de la Bundesliga y le traslada la presión al Bayern de Múnich, que tendrá que ganar para volver a colocarse primero.
El Wolfsburgo no lo puso fácil al principio, ya que fue Weghorst el que abrió el marcador cuando apenas habían trascurridos los primeros dos minutos de la cita. Sin embargo, la alegría duró una media hora.
Emre Can fue el encargado de transformar una pena máxima que devolvió la igualada al marcador hasta la segunda mitad, en la que el Borussia ya metió otra marcha.
Malen confirmó la remontada y el del Borussia sumó su tercer encuentro consecutivo marcando. Con la derecha y desde la frontal, Malen la puso pegada al poste derecho y fue imposible para el meta Pervan.
Marco Rose le dio los primeros minutos a Haaland y la bestia reapareció tras dos meses fuera por un problema en la cadera. Regresó cuando decían que no lo haría hasta el 2022 y marcó, cómo no, un golazo.
El noruego remató un gran centro de Brandt. Templadito, voló para meter la bota en el aire al más puro estilo Ibrahimovic y lo celebró por todo lo alto con la afición de un Borussia que volvió a sonreír con su gran arma tras el duro palo de la Champions.