Corría el minuto 84 cuando Botafogo mandaba en el partido por 3-1. Un encuentro que a priori tenía controlado y que terminó perdiendo gracias al empuje y la fe de Sao Paulo. En apenas seis minutos le dio la vuelta el conjunto visitante.
Marcos Guilherme recortó distancias tras un saque de esquina que peinaron en el primer palo y que definió en el segundo. Rápidamente se marchó al centro del campo para poner el esférico en juego.
Dos minutos después, Hernanes consiguió el gol del empate tras una rocambolesca jugada en la que se aprovechó de la mala posición de portero para hacer el 3-3.
Pero Sao Poaulo necesitaba los tres puntos para salir del descenso, y los logró gracias a otro tanto de Guilherme. En una polémica jugada, en la que pudo haber fuera de juego, se plantó delante del portero e hizo el cuarto y definitivo tanto.
Los visitantes se volvieron locos celebrando el gol que le daba una importantísima victoria al histórico conjunto brasileño. La épica estuvo con el más grande.