Flamengo se quedó sin la deseada Libertadores y hay mucho dolor en el club. No solo los jugadores terminaron tocados, su líder, Renato Gaúcho, se plantea incluso su continuidad al frente del equipo.
"A esta hora es difícil hablar. Lo más importante de todo fue que en ese tiempo yo busqué dar el máximo de mí con el grupo. Mi contrato termina el próximo día 30. La decisión es de la dirección de Flamengo", afirmó en la rueda de prensa.
El entrenador, único brasileño que ha sido campeón de la Libertadores como jugador y como técnico, en ambos casos con el Gremio (1983 y 2017), dijo que en este momento es fácil que lleguen críticas. También afirmó que nadie va a considerar las numerosas bajas que sufrió su plantilla en la temporada.
"Eso no va a cambiar en Brasil. Solo se considera bueno el que gana. Al día siguiente no lo es. Tenemos que estar preparados para eso. Yo todavía tengo esperanzas de que eso mejore en algún momento", manifestó.
Reconoció que su colega, el portugués Abel Ferreira, planteó tácticamente muy bien el partido de la final y destacó que tiene a un "gran equipo". Afirmó que sus jugadores no pudieron generar oportunidades y que, aunque lo que más quería era conseguir un gol, Palmeiras lo consiguió antes.
Sobre el error de Andreas Pereira que costó el título el ex futbolista recordó que una final se define "por detalles" y que no iba a culpar al jugador. "Si alguien es culpable aquí, soy yo", indicó.
En la rueda de prensa también intervino Everton Ribeiro, quien argumentó que no fue "fácil" medirse a Palmeiras, ya que el juego de contraataque que practicó hizo que debieran dejar "muchos espacios" y que "algunos pases no encajaran". El centrocampista dijo que la plantilla debe "mirar hacia delante", pese a lamentar la derrota en este momento.
"Sabemos que tenemos que hacer todavía más para merecernos llegar a la final y ser campeón", puntualizó.