Se viene revolución en cuanto a la plantilla en el Barcelona. El cuadro azulgrana quiere empezar a dar salida a las vacas sagrdas e introducir jugadores jóvenes y con futuro en todas las facetas del campo. Por ello, se quiere empezar desde la línea de atrás de la defensa con la llegada de varios fichajes.
Xavi Hernández y el club ya le han dicho a Piqué que no cuentan con él para la próxima temporada debido a los problemas físicos de la reciente y su comportamiento poco profesional fuera de los terrenos de juego. De darse la salida del capitán, la entidad prevé caras nuevas para la zaga.
El hombre anhelado por el entrenador es Jules Koundé, defensor del Sevilla. El combinado hispalense no pondrá nada fácil su salida debido a que tiene a grandes potencias como el Chelsea detrás y sufrió la salida de Diego Carlos. Su precio podría alcanzar entre los 65 y los 70 millones de euros.
Además, Andreas Christensen reforzará la parcela defensiva una vez que se oficialice su llegada al Camp Nou. Otra opción que baraja el Barça en esa posición es la de Kalidou Koulibaly, que estaría dispuesto a poner fin a su trayectoria de ocho temporadas con el Nápoles. Su precio no sería muy caro, ya que acaba contrato en 2023.
Por último, las figuras de Ronald Araujo y Eric García son fijas. El uruguayo caba de renovar con el equipo azulgrana y la confianza en el de Martorell es plena tras su primer año en la Ciudad Condal es máxima. Todavía se está negociando para confirmar las llegadas de César Azpilicueta y Marcos Alonso.
En ese sentido, el club ya trabaja en las salidas de Clément Lenglet, Óscar Mingueza y Samuel Umtiti. El rendimiento del primero ha ido decayendo desde 2018, mientras que el canterano ya se sinceró ante Xavi y reconoció no estar al nivel exigido. Por su parte, Umtiti lleva dos temporadas sin contar para sus entrenadores.