La Agencia Gubernamental de Control y la Policía de Buenos Aires se encargó de supervisar cada rincón de La Bombonera antes del 'Superclásico' de vuelta de las semifinales de la Libertadores.
Estos fueron los encargados de encontrar y requisar unos palos de bandera que no están permitidos por la normativa de seguridad.
En total, fueron unos 1.500 efectivos los que procuraron revisar cada centímetro del estadio en uno de los partidos más calientes de todo el planeta fútbol, así como velar por la seguridad de todos los presentes.
Hasta que esta revisión exhaustiva no se terminó, no se pudo dar orden para que abrieran las puertas de La Bombonera, algo que se produjo cuatro horas antes del partido.