Un peor Girona dignifica al mejor

El Girona ha pasado de la 3ª a la 16ª plaza de la Liga en una sola temporada. El análisis es fácil de encauzar hacia la venida a menos del proyecto de Míchel, alimentado por su ideario táctico y por la contundente inversión del City Football Group. Puede resultar más interesante, eso sí, ahondar en los porqués de su desvanecimiento de las cotas más elevadas de la clasificación. Ensalzan lo logrado la pasada campaña.
En verano de 2024, Montilivi perdió a varios de los referentes que lo llevaron a Europa. Artem Dovbyk firmó con la Roma en un acuerdo de 30.5 millones de euros, Aleix García fichó por el Bayer Leverkusen bajo un apretón de manos de 18 y Savinho se mudó al Etihad Stadium. La columna vertebral del vestuario se vio muy afectada y la directiva respondió invirtiendo en perfiles como Bryan Gil, Arnaut Danjuma, Yáser Asprilla, Bojan Miovski u Oriol Romeu, pero no fue suficiente para amortiguar las despedidas.
Míchel Sánchez es un entrenador moderno. Se ha adaptado a la perfección a los conceptos de libertad posicional que marcan el ritmo de la élite actual. Hay varias trazas diferenciales en su esquema que lo evidencian. Una de las más claras es la zona de actuación de Miguel Gutiérrez, cuyas actuaciones nacen desde el lateral izquierdo para verle, a lo largo de un mismo partido, como extremo, mediapunta o incluso interior.
Para aplicar una pizarra que precisa de tanta concentración y fluidez, el técnico necesita que sus futbolistas tengan muy interiorizadas sus instrucciones. Este reto se presentaba muy complicado en una campaña en la que el Girona debía gestionar, con recién llegados, la Liga, la Copa del Rey y la Champions League en su nuevo formato, así que, en ciertas etapas de la campaña, ese libreto que tantas alegrías ha dado a Montilivi se erigió en un óbice.
En las postrimerías del curso, eso sí, el entrenador se mostró proclive a apartar un poco esos preceptos para atender a unas fórmulas más clásicas que garantizaran mayor estabilidad atrás. El mal trago es cristalino: ha pasado de competirles de tú a tú a Barcelona, Real Madrid o Atlético con un estilo atractivo y vistoso a verse goleado por ellos y rebasado por muchos rivales directos. Estos callos difícilmente no habrán mejorado notablemente al estratega.
Cristhian Stuani fichó por el Girona para jugar en Primera División, se quedó tras el descenso a Segunda, fue clave para volver a la élite y aparece de nuevo en una de las temporadas más complicadas de esta etapa de asentamiento en la categoría de oro. Ha tenido que dar un paso atrás ante las nuevas y jóvenes caras que pueblan el vestuario. Aun así, se las ha apañado para ser su máximo goleador: 11 dianas con solo 9 titularidades en su casillero.
A sus 38 años, el uruguayo se ha refrendado, una vez más, como el rescatista de los albirrojos y como una reivindicación de los artilleros de toda la vida. En momentos de duda, aunque la necesidad de adaptarse a una táctica más moderna y fluida sea clara, siempre harán falta tipos que manden balones al fondo de las mallas. Montilivi puede confiar en él incluso cuando le resta espacio debajo de los focos.
Algunos perfiles quedan en un segundo plano al seleccionar al charrúa como la estrella del equipo, pero merecen mención. Yáser Asprilla despliega desparparjo y apunta a un futuro prometedor. Quizá, con el 'reset' de este verano, Míchel pueda exprimir lo mejor de él. Sus habilidades casan a la perfección con su fluida forma de interpretar las demarcaciones. Otro nombre que subrayar es el de Paulo Gazzaniga, con numerosas intervenciones de mérito aunque el cómputo estadístico global, fruto de la colectiva venida a menos, le perjudique. Varias peñas, de hecho, le han premiado como 'MVP' de la 24-25.
Abel Ruiz ilustra este apartado, pero el foco es compartido. Aunque los fichajes del pasado verano aterrizaban en Girona con un reto complicadísimo, el de adaptarse a una estrategia avanzada en un debut histórico en Champions League, han decepcionado incluso para mantener un nivel que valiera por una permanencia cómoda. Ni el ex del Sporting de Braga ni Bryan Gil o Bojan Miovski han brillado especialmente y es de quienes más se esperaba y exigía.
Compartimos algunos de los datos que más lucen en la estadística del Girona esta campaña:
-24 derrotas cosechadas, el peor balance histórico, justo cuando venía de su Liga con más triunfos (29)
-41 puntos sumados, 40 menos que los hechos en toda la temporada anterior; la peor involución de un curso a otro en un equipo liguero
-8 goles de Stuani saliendo desde el banquillo, récord que mejora el anterior que él mismo tenía del año pasado
-34 goles de Stuani saliendo desde el banquillo para consolidarse en la primera posición histórica del torneo
-366 pases progresivos con éxito de Daley Blind, el que más firmó
-102 partidos de Gazzaniga en Primera, el primer portero centenario con el Girona en la élite y quinto contando todos los jugadores
-18 asistencias de Tsygankov, el que más en la élite con la camiseta gironí
-60 goles en contra para ser el tercer equipo más goleado de la Liga
-10 amarillas de Yangel Herrera y Krejci, a una de igualar el tope histórico
-17.129 pases acertados, solo 501 menos que el año pasado, no le han impedido pasar de competir en Champions a tontear con el descenso