No hay que celebrar antes de tiempo. El Tottenham, con un juego bastante gris que poco tuvo que ver con el equipo que vapuleó al Manchester United en Old Trafford hace seis días, sufrió en casa del Watford, y acabó derrotado.
Nunca fue notablemente superior el Tottenham, pese a que la lógica invitaba a pensar que los 'hornets' sucumbirían ante los 'spurs'. Nada más lejos de la realidad.
El Watford ha firmado un arranque liguero muy serio, y ésta es su cuarta victoria en otros tantos partidos. Es, junto a Liverpool y Chelsea, el único invicto. Y lo es en parte tras haber quitado ese privilegio al Tottenham.
La igualdad fue máxima, pues aunque los 'spurs' manosearon el esférico, ocasiones de gol hubo en cada portería. Más en la de Vorm, hoy titular por la ausencia de Lloris, ni convocado por lesión.
El empate a cero se mantuvo hasta que al poco de comenzar el segundo tiempo ocurrió lo impensable. Cuando el Tottenham puso un inocente balón al área, la zaga del Watford cortocircuitó.
Foster chocó con sus centrales, el balón salió rebotado, Lucas Moura le pegó un patadón y le dio de lleno a Doucouré. El esférico rebotó hacia la portería de Foster y se coló en sus redes.
Pero los 'hornets', en vez de rendirse, metieron una marcha más, y agobiaron al Tottenham. En el 69', Troy Deeney igualó el partido, y en el 76', Cathcart hizo el 2-1 definitivo.
El Tottenham, al verse por detrás en el marcador, trató de reaccionar, pero su arreón final, demasiado tardío, no obtuvo recompensa. Los de Pochettino cosechan de este modo su primera derrota de la temporada.